Sobre unas naranjas partidas por medio, hincadas con un clavo y puestas al fuego, se les echa aceite, jabón y cal, mientras se dice:
"Yo te conjuro por San Pedro y San Pablo, y por Satanás y por Belcebú, para que así como se ablanda esta naranja al fuego, se ablande el corazón de Fulano y haga lo que deseamos."
Extraído de la Clavícula de Salomón, un libro de conjuros del siglo XVI.
"Yo te conjuro por San Pedro y San Pablo, y por Satanás y por Belcebú, para que así como se ablanda esta naranja al fuego, se ablande el corazón de Fulano y haga lo que deseamos."
Extraído de la Clavícula de Salomón, un libro de conjuros del siglo XVI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario